Ya nunca más seremos lo que fuimos... Nunca más nos reiremos sin sacarnos las ilusiones. Atrás quedó la inocencia y el primer beso. Se alejan los días, y tú silencio, mi miedo... ¿Qué seremos cuando ya no quede nada en nuestras memorias para olvidar? Éste silencio es el último recurso que nos queda, que se nos traben las palabras, que se mueran las canciones solitarias, tan sólo sentados uno frente del otro, hasta que inventemos un lenguaje nuevo donde no haya frases ni explicaciones, sólo gestos. . . nuestros gestos, seguramente será la manera de entender que tus ojos significan miedo y que mis manos al temblar, no lo han echo nunca de frío. Es tu forma de decirme no puedo . . . .
Sé que otras personas te enseñarán otros caminos, te sacarán nuevas sonrisas que enredarán aún más tu corazón.. Otras personas también han venido a mi puerta prometiéndome un mundo distinto, pero por alguna razón yo prefiero permanecer aquí, en nuestro lado, confundida entre polvo y los recuerdos que se van haciendo cada vez más borrosos, más lejanos, mas ajenos...
Yo conocí la felicidad, tú me la mostraste. Quizás ahora todo se haya vuelto gris pero jamás en mí se acabarán los colores, basta con pensar en tu nombre, con cerrar los ojos, sentir tus manos y de alguna forma nace un arco iris escondido en el rincón menos esperado.
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